lunes, 26 de septiembre de 2011

Capítulo 24

-Me duele...- Vi que salían unas pequeñas lagrimas de sus ojos. Se las quité y le abracé.
-Quieres que pare?- Ella lo negó con la cabeza y me empujo contra ella. Nuevamente dos lagrimas acompañadas de un grito volvieron a salir. Poco a poco, esos gritos y esos suspiros fueron desapareciendo. Miley me indicaba que me moviera, y los suspiros que provenían de ella era de un pequeño placer. Comencé a moverme un poco más deprisa, cosa que a ella le gustó. Le besé en el cuello, a la paz que tocaba fondo en ella. Y llegó lo que tanto habíamos buscado... los orgasmos se apoderaron de nosotros, y la voz de Miley retumbaba en toda la habitación. Yo me moví durante el proceso y cuando acabé a su vez, estaba rendido junto a ella. Los dos tumbados en la cama, abrazados, siendo uno solamente.
-Te quiero Rai.- Mi princesa... ahora era mía, mi Reina.
-Yo también te quiero reina.- Los dos sumidos en nosotros mismos, dormimos juntos entre sabanas, felices.

Al día siguiente. 8.00

Miley me a dejado una nota en la mesita de noche. "Rai, se me olvido decirte que tenía que despertarme temprano para trabajar, que tengo que ensayar para el concierto. No te he querido despertar porque estabas muy mono durmiendo. Llámame cuando quieras."
Aún no me podía creer lo que había ocurrido con ella hace unas horas. Ha sido tan especial... ella me transmite mucho, aunque llevemos poco tiempo, y aun no acabo de entender el porque. Es guapa, lista, simpática, buena persona, atractiva... en fin, todo lo que un chico de casi 16 años como yo puede pedir. Me levanté y me di una larga ducha mientras seguía pensando en todo. Al salir decidí llamar a servicio de habitaciones para que me trajeran el desayuno.

-Hola buenas, soy el huésped Raimundo van der Archibald. Me gustaría que me trajeran el desayuno a la habitación- Le dije al recepcionista mientras miraba mi móvil.
-Claro, llevaran su desayuno a su habitación en unos minutos. Disculpe la espera y gracias.
-A usted.- Le colgué y me acosté... hasta que no caí en que no estaba en mi habitación, estaba en la de Miley. Me levanté rápidamente y lo recogí todo un poco, eliminando las pruebas de anoche. Cogí mi ropa, y fui hacia mi cuarto. Como me dijeron, el desayuno tardo solo unos minutos en llegar. Me senté a desayunar tranquilamente en la terrada. Pensaba que hacer después de desayunar, ya que Miley estaba trabajando, y tal vez no querría que le molestara. Aunque, en la nota me puso que la llamara cuando quiera... agarré mi móvil y le envié un mensaje.

Para Miley:
"Hola pequeña, que tal va la mañana por ahora? espero que los ensayos te estén saliendo bien. Me he despertado hace un rato, y me he venido a mi habitación a desayunar. No se que hacer, si tienes un poco de tiempo para mi, llámame un nos vemos un rato. Te quiero preciosa."

Acabé de desayunar y me vestí. Escogí una ropa un poco arreglada, pero en plan de fiesta. Puse la televisión mientras me volvía a tumbar en la cama. Aunque no pudiera estar al 100% con Miley en New York, me alegraba de haber venido a verla. Ha sido algo maravilloso, y a merecido mucho la pena, aunque ahora ella tenga que trabajar.
Pasado un rato, vi que Miley no me contestaba, de forma que decidí llamar a mi hermano y comentarle lo que ocurrió anoche.

-Si, Rai?- Me dijo, dejando claro que se acababa de despertar.
-Hola Max, te acabas de despertar?- Gruño un poco a el lado de la otra línea antes de responderme.
-Si tío...
-Pues ea, es lo que hay!- Me empecé a reír y el comenzó a quejarse.- Venga, sin coñas. Es importante lo que te tengo que decir.
-Que pasa?
-Bueno, sabes que estoy en Nueva York no?-El hizo un sonido de afirmación en plan "ajam".- también sabes que estuve anoche con Miley verdad?
-Lo suponía.
-Bueno... y tal vez, por casualidad, sabes lo que hicimos anoche?- El se quedo sin responder durante unos segundos.
-No puede ser... en serio?- Yo imité el sonido tan peculiar que el emitía.
-Si! Aquí en el hotel. No me lo creo aun tío...
-Y cómo fue?- Preguntó con curiosidad. Se notaba que se estaba espabilando.
-Pues genial... increíble. No te puedes hacer ni siquiera una idea...
-Me alegro! Y ha ella cómo le pareció?- Me quede pensando unos segundos. Hombre gustarle le tubo que gustar, porque se cuando las chicas tienen un orgasmo... pero no sabía como se sentía ni nada.
-Bueno, al principio le dolía, pero luego se le paso el dolor, y al final le gusto.
-Tío no hace falta que des tantos detalles!- Dijo mientras reía y yo le acompañaba.- Se a rallado o algo? En fin, se arrepiente o esta bien?
-Supongo que no se arrepentirá...no? Es que aún no he hablado con ella, se ha ido temprano a trabajar.
-Y por qué no te vas con ella? Yo creo que deberías de saber como se encuentra.- Pensé y pensé...- No te quiero asustar ni nada por el estilo, pero lleváis saliendo un mes escaso. Tal vez anoche se dejó llevar, y esta mañana pensaba todo lo contrario. Por no decir que también que tiene un anillo de castidad, y que a roto su promesa ante sus creencias.
-Mmmm... le llamaré ahora después para ver que hace. Luego te contaré, pero creo que esta bien.
-Ok! Luego me llamas tronco. Qué se de bien!

Y colgué el teléfono. No, no creía sinceramente que Miley se estuviera rallando. Aparte, anoche me dijo "te quiero", es decir, lo nuestro es algo especial, no como cualquier otra relación. Viendo que había pasado el rato, y que no me había contestado, decidí llamarla. Pero como esperaba, no me lo cogió. Estaba trabajando, era normal, ya me llamaría ella. Para entonces, llamé a Nicole, una amiga que tenía aquí en New York. Cada X tiempo y en verano, va a Los Angeles a pasar una temporada, ya que su familia es de allí. La conozco desde que era pequeño, así que era hora de hacerle una visita.

-Si?- Contestó al teléfono.
-Hola Nicole! Sabes quien soy?- Le pregunte.
-Claro imbécil! Tengo tu numero, anormal!- Dijo mientras reía.
-Valla, 2 meses sin vernos y mira que palabras tan bonitas me dices!- Dije irónicamente riendo.
-Si es que te quiero demasiado! Cómo estas?
-Yo de lujo, que estoy por aquí en Nueva York y quería verte un rato!- Comenzó a pegar gritos a el otro lado de la línea.
-En serio? Qué genial! Donde estas? Voy a recogerte.
-No, no, tranquila, tengo chofer, dime tu dirección y voy a por ti.- Después me dio la dirección para que fuera a su casa a por ella.
Al colgarle, llamé al chofer y le dije que me recogiera en el hotel. Al cabo de diez minutos me encontraba montado en la parte de atrás del Mercedes, en dirección a casa de Nicole. Mientras tanto, estuve mirando el móvil, pero Miley aún no había dado señales de vida. Cuando llegamos, me baje del coche y dije que esperara. Llamé al timbre y Nicole salió a toda prisa, dándome un gran abrazo y comiéndome a besos. Nos montamos en el coche mientras nos dirigíamos a una cafetería para tomar un café. Me estuvo preguntando porque había venido y esas cosas, y le conté lo sucedido.

- En serio?! Qué bonito! A Miley seguro que le ha encantado que vinieras!- Me miró ilusionada esperando su respuesta.
-Si, claro que le hizo ilusión. Estoy muy bien con ella... es muy especial para mi.- Ella miro al techo del coche, cerro los ojos y empezó a dar pataditas en el suelo.
-Oh! Qué romántico, ojala hiciera un chico eso por mi. Tiene que estar encantada la vida!

Llegamos a la cafetería y estuvimos hablando más rato. Me comentó que estaba comenzando a quedar con un chico, pero que no estaba muy segura de el. Por lo visto lo conocía de antes, y no era muy fiel a sus novias, e hay la infidelidad hacia ellas con Nicole. Llevan liándose de vez en cuando un par de años, y a Nicole le gusta mucho. Dice que el chico este le dijo que con ella no pasaría lo mismo, porque estaba enamorado de ella desde hace tiempo, pero que ella no quería salir con el por lo de sus novias, y aún siguen así. Después de una hora fuimos a dar una vuelta por la ciudad andando. Estaba guapísima, como recordaba. Es una chica alta, morena, con el pelo negro y los ojos negros. Es muy bella y simpática, le tenía mucho aprecio. Tiene unas buenas curvas... por un tiempo fue mi debilidad. No parábamos de reír los dos juntos. Le eche el brazo por encima mientras andábamos por la ciudad. Al cabo del tiempo, Miley daba señales de vida. Estaba sonando el móvil, pero pensé en no cogerlo, ya que estaba un poco molesto, pero lo cogí.

-Si?- Dije seriamente.
-Rai! Donde estas?- Me preguntó Miley. De fondo se escuchaba mucho barullo, así que supuse que estaba en algún local.
-Dando un paseo con una amiga. Ya que no me has cogido el teléfono en toda la mañana...
-Lo siento! Estaba trabajando. Nos vemos esta tarde?- Como qué esta tarde? en serio me estaba diciendo que no nos íbamos a ver has después del concierto o un poco antes?.
-Qué? Cómo que esta tarde?- Pregunté indignado.
-Es que voy a comer con el equipo en un restaurante. Cuando acabe de comer te llamo vale?- Me quede en silencio un rato hasta que le respondí.
-Pues vale. Adiós.

Y le colgué.

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Hola a todos!! No se si será mi impresión... pero blogger me esta tocando mucho el ******... Me volvió a borrar el cap! Es que soy yo la única que tiene mal fario o qué?! En serio, estoy muy cabreada... he estado recuperando trabajo para subir más a menudo y blogger me hace la putada!! En fin, es lo que hay. Espero tener mejor suerte! T.T
El cap, es un poco aburrido... lo se!! Lo que pasa es que no quería escribirlo hasta el final por mi frustración! Pero voy a empezar a escribir YA, el siguiente!

Con cariño a todos
Valkiria

domingo, 18 de septiembre de 2011

Capítulo 23

-Rai, duermes conmigo?- Me preguntó cuando estábamos subiendo en el ascensor a su habitación.
-Claro, como no iba a dormir contigo?- Le sonreí y le bese. Continuamos nuestro paso por los pasillos hasta llegar a la puerta. Íbamos totalmente sobrios, ya que solo habíamos tomado un par de copas.-Por cierto nena, no tengo pijama, lo tengo allí abajo.- Me miró con cara de decir "eres tonto?".
-Pues duermes en ropa interior como siempre!- Alzó su mano y me pego un pequeño coscón en la cabeza. Entramos juntos a la habitación, Miley fue directa al baño, y yo a la cama. Arrojé mi camiseta a un sillón y me tumbé en la quedándome solo con los pantalones. A los minutos, ella salio con su pijama en forma de vestido muy bonito.
-Qué sexy estas nena!- Se tumbó junto a mi sonriendo.
-Hombre, es qué tengo que ponerme bonita para ti.- Cuando acabó de decir esas palabras, vi como sus ojos se centraban en mi torso perfectamente esculpido. Sus emociones salían con su mirada a la luz, y sabía lo que quería. Le cogí subiéndole encima mía. Agarrándole de la cintura le aproxime más a mi para poder besarle. Ella suspiro, dejándome que le enseñara. Poco a poco le fui quitando el pijama. Le acaricié todo el cuerpo de arriba a abajo. Ella me desabrochó los pantalones y me los quite. Cuando de repente se quedó pensativa.- Tienes preservativos?- Sonreí debido a la emoción de esa pregunta.
-Creo que si.- Me levante rápidamente de la cama y agarré mis pantalones. Saqué la cartera, y la abrí para buscarlos. Efectivamente, tenía un preservativo de fresa en ella. Fue uno de los condones que me sobraron con Rosa. Los dejé encima de la mesita de noche y me tumbé de nuevo en la cama. Me puse encima de Miley presionándole contra la cama. Le levanté un poco, desabrochando su sujetador, dejándola desnuda ante mi. Ella me cogió de mi ropa interior y comenzó ha bajarla hacia abajo, dejándome completamente desnudo. Yo hice la misma repetición con la suya. En un abrir y cerrar de ojos, los dos nos encontrábamos el uno junto al otro sin ropa, natural. Estábamos excitados, muy excitados. Le apartaba el pelo de la cara, besando sus labios, su cuello, acariciando sus senos y sus caderas. Sus largos muslos para mi era un sin fin, tan bonitos, largos y marcados. Ella se dejaba llevar, aprendía de mi. Tocaba mis abdominales, me abrazaba, suspiraba, lanzaba pequeños gemidos que yo le causaba por mis manos. Y llegó el momento de la verdad.-Me lo pongo?- Ella asintió tímida. Nerviosa? No, no lo estaba, pero tensa un poco. Su primera vez, conmigo. Agarré el preservativo para ponérmelo, pero antes de eso, miré a Miley. Miraba con curiosidad, y como a Rosa le gustaba, pues se lo propuse.- Quieres intentar ponérmelo tu?- Ella me miró, buscando que responder.
-Yo... es que no se como se pone...- Le besé la mejilla.
-No es complicado. Si quieres intentarlo adelante, sino quieres, no importa. Solo haremos lo que tu quieras.- Ella me miro de arriba a abajo, y me quito el condón de las manos. Le explique un poco como iba y lo hizo. Me lo puso, y muy bien. Antes de empezar, coloqué a Miley debajo mía. Era una buena postura para perder la virginidad.
- Rai, no me hagas daño.- Yo le miré a los ojos, y intenté tranquilizarle un poco.
-Tranquila, no lo haré.- Miley se agarró a mis espaldas preparándose para empezar. Yo le abrí un poco más las piernas e intenté introducirme en ella. Un pequeño grito de dolor salió de Miley. Yo al ser consciente, me moví muy despacio. Poco a poco viajaba un poco más a dentro. Ella suspiraba por el dolor y lanzaba unos pequeños gritos.-Estas bien?- Paré un momento y le miré bien a los ojos.
-Me duele...- Vi que salían unas pequeñas lagrimas de sus ojos. Se las quité y le abracé.
-Quieres que pare?- Ella lo negó con la cabeza y me empujo contra ella. Nuevamente dos lagrimas acompañadas de un grito volvieron a salir. Poco a poco, esos gritos y esos suspiros fueron desapareciendo. Miley me indicaba que me moviera, y los suspiros que provenían de ella era de un pequeño placer. Comencé a moverme un poco más deprisa, cosa que a ella le gustó. Le besé en el cuello, a la paz que tocaba fondo en ella. Y llegó lo que tanto habíamos buscado... los orgasmos se apoderaron de nosotros, y la voz de Miley retumbaba en toda la habitación. Yo me moví durante el proceso y cuando acabé a su vez, estaba rendido junto a ella. Los dos tumbados en la cama, abrazados, siendo uno solamente.
-Te quiero Rai.- Mi princesa... ahora era mía, mi Reina.
-Yo también te quiero reina.- Los dos sumidos en nosotros mismos, dormimos juntos entre sabanas, felices.



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Bueno bueno bueno, el capítulo es un poco corto, pero es lo que lleváis buscando todo este tiempo! Pues aquí lo tenéis. Espero que os guste :S. No he escrito nada mas, porque me parecía que se merecía un capítulo exclusivamente para ese momento. Y no os preocupéis! En cuanto acabéis de comentar, subiré enseguida el otro que tengo YA escrito ;D

Con cariño
Valkiria

viernes, 9 de septiembre de 2011

Capítulo 22

Subí a mi respectiva habitación y me puse cómodo. Deje la maleta en su sitio y me puse la televisión. Pasado el rato de descanso, no sabía si llamar a Miley o subir directamente a su habitación. Decidí llamarla.

-Hola princesa, cómo estas?
-Hola Rai! Pues estoy genial, pero echándote de menos!
-En serio? Qué lástima de mi pequeña!
-Jo! Y tu cómo estas cariño?
-Pues muy bien, aquí en mi casa acostado. Por cierto, donde estas ahora? es que como mañana tienes el concierto y eso.
-Pues estoy en mi habitación, que me he puesto un poco con el ordenador, e iba a arreglarme, que me han invitado a una fiesta privada.
-Umm, y tus padres también irán?
-No! Estos últimos conciertos no me han acompañado, los he echo sola con el equipo.- Cuando me dijo que estaba sola, me levanté de la cama y me dirigí hacia su habitación.
-Valla, entonces estas tu sola?
-Si, pero no importa, ando muy a gusto desnuda por la habitación.- Los dos reímos. Estaba delante de su puerta, sin saber muy bien que decirle.
-Bueno, Miley, me haces un favor?
-Si claro, dime!
-Resulta que mi padre me dijo que en la última planta de tu hotel, había algo raro. Las lamparas o algo de eso. Puedes mirarlas, y decirme como son?
-Claro, pero no son nada del otro mundo, son lujosas, pero nada que destaque.- Al acabar de decir esa frase, Miley abrió la puerta de su habitación y se quedó muda al verme.-No puede ser, eres tu?- Yo asentí la cabeza, lanzándole una sonrisa mientras me guardaba el móvil.- Rai!
-Princesa!- Se me tiró a los brazos estampándome un gran a beso en los labios
-Qué demonios haces aquí?- Sus ojos lanzaban rayos de emoción.
-Pues nada, que te echaba de menos, y he venido a verte.- Le di un beso pequeño en los labios, esperando a que me invitara a pasar.
-Pasa cariño. Qué sorpresa que hayas venido!- Me arrastró a el interior de la habitación agarrando mi mano. Nos sentamos en el sofá y estuvimos charlando un rato.
-Y qué fiesta es esa nena?- Ella mientras escuchaba mi pregunta estaba acariciándome la mano.
-Una privada, de un pub famoso de New York. Por cierto, tengo que prepararme, vienes conmigo no?-Me miró esperando me respuesta.
-Bueno, pero si te echan fotos y esas cosas... tus padres se enterarán de que estuve contigo.- Se quedó durante unos segundos dubitativa.
-No pasa nada, yo paso de ellos. Si a mi madre no le importa que este contigo, no es tan dramática como mi padre. Pero claro, el problema es el... a mi no me importa que me regañe, así que vendrás conmigo a la fiesta.- Sonrió abrazándome muy feliz.

Estuvimos dándonos algunas caricias en el sofá antes de cambiarnos. Yo me bajé a mi habitación para darme una ducha. Había quedado con Miley para cuando acabara de arreglarme. Saqué unos pantalones chinos negros, una camisa negra, un jersey sin mangas gris, y unas zapatillas de Nike 6.0. Para complementar, me quité los pendientes de coco, y preparé unos de diamantes.
Continuamente, me fui directo a la ducha. Me relajé durante unos minutos, pensando en la noche que estaría con Miley. Aun no me creía que hubiera cogido un avión desde Los Angeles hasta New York para verla. Cuando acabé de la relajadora situación, me vestí y subí al cuarto de Miley. Estaba envuelta en una toalla, recién salida de la ducha.

-Pero todavía estas así!- Yo le miré de arriba a abajo, sin poder creerme que ni si quiera estaba vestida.
-Soy una chica! Tardo mucho mas que los chicos en arreglarme.- Dio un perfecto giro sobre ella misma, y se dirigió al cuarto de baño. Yo me acosté en la cama, intentando no arrugarme la ropa, y encendí la tele. Nuevamente, se anunciaba el concierto de mi princesa en las noticias, y también comentaban que estaría en la fiesta privada de ese Pub. Y como era de esperar... estaban empezando ha anunciar mi llegada en avión desde Los Angeles. Esperaba que el padre de Miley no estuviera vendo las noticias, sino mañana no seguiría vivo.-Ves! Solo me queda pintarme!- Miley salió del cuarto de baño con el pelo liso completamente, y vestida. Iba preciosa, con una camisa y una falda alta, acompañadas de unos preciosos tacones de invierno estilo botas, que tienen pelo por dentro para el frió.
-Bueno bueno, no esta mal. Merece la pena tanto tiempo para que vallas tan guapa.- Le guiñé el ojo y ella me respondió con una sonrisa.- Por cierto, ya están anunciando mi llegada.- Ella engurruño un poco la cara, hizo un gesto torcido, y continuo echándose maquillaje.- Qué ocurre? no te importa de que se entere tu padre?- Ella siguió pintándose, buscando la respuesta apropiada.
-Si, claro que me importa, se enfadara y esas cosas, pero de qué me sirve calentarme la cabeza?- Me miró y siguió a lo suyo.- Pues ya que se que se va a enterar, lo aprovecho todo, y ya llegará lo malo. No me corre prisa.- Yo sonreí para mi mismo.

Un rato después Miley y yo nos encontrábamos saliendo del hotel rodeados de paparazzi, que no paraban de preguntar. Nosotros, solamente sonreímos y saludamos a todos, dirigiéndonos al coche que nos llevaría al club nocturno. Mi princesa estaba increíblemente guapa, y me encantaba la idea de poder estar con ella otra vez.
Una vez que llegamos al nuestro sitio, me abrieron la puerta y salí yo primero, ofreciéndole mi mano a Miley para ayudarle a salir. En ese momento, los flashes de los paparazzi se dispararon de forma que parecía una locura. Saludamos, y entramos a la fiesta. Pedimos cervezas y Miley comenzó a presentarme a gente que estaba sentada en una mesa.

-Rai, este es Tom, un estilista de aquí, ella es Marie, una gran diseñadora de ropa, el es Orlando, esta entrando en el mundo de la música, esta de aquí es Teresa, maneja producciones cinematográficas y ya esta.- Yo salude a todos y nos sentamos con ellos. Estuvimos un rato charlando todos juntos hasta que me canse un poco y se lo dije a Miley.
-Nena, me estoy aburriendo un poco, vamos a bailar?- Ella me miró mientras reía y se levanto.

Salimos juntos a la pista de baile agarrados de la mano. Yo posé mis manos en sus caderas, y ella las suyas en mi pecho, y comenzamos a bailar. La canción era típica de balada de forma que bailamos lento, mientras que de vez en cuando nos dábamos un beso. Después de un rato, pusieron música house, y comenzamos a bailar más rápido. Ella estaba de espaldas a mi, bailando con su contoneo de caderas, y yo desde detrás suya hacía la misma repetición. Luego se dio la vuelta, y me besó. Yo le agarré y la apreté más hacia mi, hasta que volví al mundo, e hice lo que debía de hacer.

-Nena, estamos siendo un poco provocativos, todos nos conocen, y podría haber algún paparazzi dentro, relax!- Ella suspiro y se separó un poco de mi. Fuimos a pedir otra bebida, cuando nos encontramos a sus amigos. Resulta que a la fiesta también había asistido los bailarines de Miley. Me los presentó, pero no logré recordar sus nombres.
Después del último trago decidimos ir al hotel para que pudiéramos descansar, sobre todo Miley, que tendría un concierto.
-Rai, duermes conmigo?- Me preguntó cuando estábamos subiendo en el ascensor a su habitación.
-Claro, como no iba a dormir contigo?- Le sonreí y le bese. Continuamos nuestro paso por los pasillos hasta llegar a la puerta. Íbamos totalmente sobrios, ya que solo habíamos tomado un par de copas.-Por cierto nena, no tengo pijama, lo tengo allí abajo.- Me miró con cara de decir "eres tonto?".
-Pues duermes en ropa interior como siempre!- Alzó su mano y me pego un pequeño coscón en la cabeza. Entramos juntos a la habitación, Miley fue directa al baño, y yo a la cama. Arrojé mi camiseta a un sillón y me tumbé en la quedándome solo con los pantalones. A los minutos, ella salio con su pijama en forma de vestido muy bonito.
-Qué sexy estas nena!- Se tumbó junto a mi sonriendo.
-Hombre, es qué tengo que ponerme bonita para ti.- Cuando acabó de decir esas palabras, vi como sus ojos se centraban en mi torso perfectamente esculpido. Sus emociones salían con su mirada a la luz, y sabía lo que quería. Le cogí subiéndole encima mía. Agarrándole de la cintura le aproxime más a mi para poder besarle. Ella suspiro, dejándome que le enseñara. Poco a poco le fui quitando el pijama. Le acaricié todo el cuerpo de arriba a abajo. Ella me desabrochó los pantalones y me los quite. Cuando de repente se quedó pensativa.- Tienes preservativos?

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Hola a todos! Ya acabé los exámenes y las desgracias. No soy portadora de buenas noticias... repito primero de bachillerato! Cómo me las he apañado? No lo se ni yo. Pero en fin, así por lo menos podré subir nota en las que tengo aprobadas ya que repito solo con tres. En fin....

Espero que os haya gustado el capítulo, y seguramente estaréis deseosos del siguiente! pero como ya acabé mis tareas, cuando la gente acabe de comentar, subiré el otro, que empezaré ahora a escribirlo. Ui ui ui... qué pasara?

Con cariño
Valkiria